tu boca

 
Tu boca era mi devoción;
ahora blasfema rezo a rezo
la religión de sernos ajenos.
 
Las palabras eran templos
que habitabamos con inconciente fervor
hasta que fatalmente profanamos algunas,
las más irremplazables;
a ellas nunca podremos volver.
 
Cuando los signos del amar
se han convertido en los del desamor
es que se ha hecho ya un gran daño.
Imposible rescatar aquellas voces
envilecidas por el error.
 
Ya nada será igual.
Le dijimos amor,
a cualquier cosa
 


Una respuesta a «tu boca»

Deja un comentario