así como no podemos…

Así como no podemos sostener mucho tiempo una mirada,
tampoco podemos sostener mucho tiempo la alegría,
la espiral del amor,
la gratuidad del pensamiento,
la tierra en suspensión del cántico.
No podemos ni siquiera sostener mucho tiempo
las proporciones del silencio
cuando algo lo visita.
Y menos todavía cuando nada lo visita.
El hombre no puede sostener mucho tiempo al hombre,
ni tampoco a lo que no es el hombre.
Y sin embargo puede soportar el peso inexorable
de lo que no existe.
Cada uno tiene su pedazo de tiempo. Cada uno tiene
su pedazo de tiempo
y su pedazo de espacio,su fragmento de vida
y su fragmento de muerte.
Pero a veces los pedazos se cambian
y alguien vive con la vida de otro
o alguien muere con la muerte de otro.
Casi nadie está hecho tan sólo con lo propio.
Pero hay muchos que son nada más que un error:
están hechos con los trozos totalmente cambiados.

Las distancias no miden lo mismo.
Las distancias no miden lo mismo de noche y de día.
A veces hay que esperar la noche
para que una distancia se acorte.
A veces hay que esperar el día.
Por otra parte la oscuridad o la luz
teje de tal manera en ciertos casos el espacio
y sus combinaciones que los valores se invierten:
lo largo se vuelve corto,
lo corto se vuelve largo.
Y además, hay un hecho:
la noche y el día no llenan igualmente el espacio,
ni siquiera totalmente.
Y no miden lo mismo las distancias llenas
y las distancias vacías.
Como tampoco miden lo mismo
las distancias entre las cosas grandes
y las distancias entre las cosas pequeñas.

Roberto Juarroz


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